Por Valentina Moya.
Al decir escuela Lisa Peter, creo que muchos de los tomecinos responderán no conocer dicho Establecimiento. Pero al decir, “Escuela El Santo” causa un click imaginativo en plasmar una escuela en lo más alto de la cumbre de dicho cerro de la comuna.
Podría decir que la visita me causó un shock de impacto por el desconocimiento y descubrimiento de la misma. Su director (el señor Cuevas), nos recibe muy amable, donde supuse que sabía el motivo de mi visita. Al cruzar mis primeras palabras con él, me percaté que desconocía absolutamente el tema, pero que tuve toda su atención e interés de explicarle el motivo de porque estaba ahí.
La escuela tiene más de 100 alumnos. Con cursos de pre-kínder a 8vo año básico. Posee jornada completa, laboratorio de Informática o Computación, biblioteca, sala de primeros auxilios, comedores, sala de profesores; todas sus instalaciones están ambientadas según su objetivo de trabajo. Tiene excelencia Académica, un grupo de personal docente con experiencia en cada una de sus áreas en las cuales trabajan.
Luego de un par de minutos, donde yo le conté el proyecto a trabajar y él de detallarme las características que posee la escuela, rompió la conversación invitándome cordialmente a caminar por sus dependencias enseñándome cada uno de los detalles que antes hablaba.
Lo primero que me percaté es que todo el personal tanto administrativo como no docente te observa con sorpresa debido a la interrogante de cual era el motivo que tan gentilmente el director me mostraba, interrumpiendo muchas veces las labores que los el personal en general ejercía a esa hora.
Me encontré con la sorpresa de conocer el primer establecimiento de la comuna que posee 5 niveles!. Todos los ciclos incluyendo pre-kinder, kínder, 1er ciclo (1ero a 4to) y segundo ciclo (5to a 8vo) tiene sus dependencias, salas, patios, en forma separada. La estructura, edificación del establecimiento es nueva.
Posee una matrícula de 20 alumnos por curso aproximadamente, lo que hace que el rendimiento de los niños sea altamente efectiva por la cercanía personalizada que al docente le facilita ejercer sus clases. Tiene material de estudio como también juegos lúdicos totalmente actualizados y en buen estado. Si tengo que describir en infraestructura las dependencias, puedo decir en una sola palabra: impecable.
Las paredes totalmente limpias, perfectas, los baños de lujo, el recurso normativo para niños discapacitados a la vista, la presentación del equipo de trabajo que está en constante movimiento ideal. El Director me detalla que la escuela tiene uno de los índices de mas alta vulnerabilidad comparada con los otros establecimientos, debido a las características socioeconómicas de los niños que asisten allí, teniendo la ventaja que todos sus alumnos tienen el beneficio de almorzar en su escuela. Conociendo sus salas, me encuentro con una desocupada, la cual me percato que tiene un proyector y una pizarra electrónica, y le comento que conociendo yo otras dependencias de la comuna, jamás me había encontrado con tal. Fue un proyecto que presentó una profesora el cual fue aprobado y le otorgaron el beneficio de la adjudicación mas un notebook para la profesora que concursó.
Al salir de uno de los niveles, me percato que es la hora de salida, en los pasillos comienzan a aparecer los niños, cada uno en sus filas, con su uniforme que los identifica del establecimiento y una docente la cual los vá a despedir a la salida. Saludos, sonrisas y algunas palabras cariñosas me regalan algunos al pasar, con la curiosidad de ver una cámara fotográfica que sostengo en mis manos expectantes si me decido a dejarlos registrados.
Le entrego el material de trabajo al director para que en la semana lo distribuya según crea sean los mas capacitados para poder representar a la escuela. Junto con él, unos adhesivos con mi querida gaviota en detalle con la dirección electrónica la cual trabajo. Nos despedimos, con el compromiso de encontrarnos un par de días para recuperar el material con los trabajos realizados por los niños.
Salgo de establecimiento siguiendo a los niños que en una gran mayoría, se acercan a la única calle pavimentada. Muchos me esperan, la curiosidad es más grande y me saludan.
Me preguntan el por qué estoy ahí. Les cuento, les comento del diario, del proyecto, del premio y los regalos si participan. Seguimos caminado, bajando por la calle principal, a los minutos de 20 que íbamos caminando y conversando nos redujimos a 5. El silencio empieza cada vez a formar mas parte de nuestro camino. Bajando y a la vez disfrutando mi debut en la caminata por el cerro El Santo.
Descanso, increíble que aunque estemos bajando igual el agotamiento se hace presente. Me detengo, y observo detalladamente la vista maravillosa que las personas de esa localidad poseen, la había observado muy rápido minutos antes con el director, pero ahora que tengo toda la atención solo para observar, me emociona la belleza de la comuna. Veo a lo lejos el cerro Carlos Manhs, que queda mucho más abajo de donde estoy en ese momento.
El aire es completamente limpio, no hay vehículos, movilización colectiva, personas conversando que interrumpan esa belleza y tranquilidad. Saco algunas fotografías, un gritó infantil me interrumpe y me dice a lo lejos: “Tía, Tía, aquí vivo yo!”. Era uno de mis compañeros que no me había percatado que ya éramos cuatro porque una amiga ya había llegado a su casa.
Luego de algunos minutos, camino sola, mis amigos ya estarían en sus casas descansando de sus labores de escuela. Observo a lo lejos que comerciantes del sector ofrecen sus últimos productos rematando al mejor postor: era día de feria.
Saco algunas fotografías. Al llegar al centro, me detengo a observar el largo camino que fui protagonista, siento que hay a la vista una distancia tan grande entre lo urbano y rural todo junto en una misma comuna, como también la diferencia entre lo natural y tranquilo separado del centro que cada día quiere progresar para llegar a ser moderna.
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